En
un agosto lleno de propuestas veraniegas y comerciales, algunas irregulares como "El llanero solitario", se estrena
esta pequeña pero sencillo, sensible y emotivo drama que cuenta la
historia de las vidas de un veterano cuarteto de cuerda cuya unidad
como grupo se verá con dificultad cuando uno de sus miembros padezca
una grave enfermedad. A pesar de algun momento irregular en el guión,
su sutileza y, sobre todo, las interpretaciones de los cuatro
protagonistas es lo mejor del film: Catherine Keener, Phillip
Seymour-Hoffman y Mark Ivanir están excelentes, pero Christopher
Walken realiza una actuación excelsa digna del Oscar. Casualmente,
hace dos años se estrenó por estas fechas "Beginners",
que le proporcionó la estatuilla meses después a Christopher
Plummer. ¿Ocurrirá lo mismo en esta ocasión? Lo que no hay duda es
que esta es de las primeras películas que abren la puerta a la
temporada de premios.
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