El guionista de excelentes
películas de Jacques Audiard como "El profeta" o "De
óxido y hueso" debuta en la dirección con este filme. En una
gran pradera al este de Francia, se reúne un grupo de amantes de la
vida country, procedentes del lejano Oeste americano. Alain baila con
su hija adolescente Kelly, mientras les miran su esposa y su hijo
Kid. Ese día Kelly desaparece y Alain la busca desesperadamente, con
la ayuda de su hijo, recorriendo lugares inquietantes. Este es un
drama con ecos de western (no es baladí que el título original del
filme sea "Les cowboys") muy bien escrito, con una puesta
en escena atractiva y unas elipsis que funcionan. La película se
toma su tiempo en la realización, que es un poco convencional, y
arriesga en hacer una crítica incoherente al fanatismo.
Protagonizada por François Damiens (visto en "La familia
Bélier") y con John C. Reilly en el reparto, la película
obtuvo cuatro nominaciones a los premios César, entre ellas las de
mejor ópera prima y mejor actor protagonista. Estamos ante una de
las mejores películas francesas estrenadas en las últimas semanas,
junto con "Fátima".
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