martes, 15 de abril de 2025

Muy lejos * * *

 


 

El viaje interior

  Tras cortometrajes como “Inefable” el coach de actores Gerard Oms ha escrito y dirigido su debut en el largometraje que se estrenó a principios de abril en salas. Sergio viaja a Utrecht con su hermano para asistir a un partido de fútbol. Antes de coger el vuelo de regreso a Barcelona, sufre un ataque de pánico y decide quedarse en Holanda. Incapaz de dar una explicación lógica a los suyos, corta el contacto con su pasado. A partir de ese momento, tendrá que sobrevivir sin dinero, sin casa y sin hablar el idioma.

Esta coproducción española es un estimable drama social, sobrio y naturalista basado en experiencias del director que habla de la inmigración durante la crisis de 2008, de racismo y de cómo hay inmigrantes con más derechos que otros. También acompañamos al protagonista en su proceso de búsqueda de identidad y de aceptación de su homosexualidad pero la cinta no se centra solamente en el componente gay, tratado sutilmente. La película transmite veracidad, tiene un ritmo constante (la montadora es la directora Neus Ballús) y mantiene el interés en todo momento. Está hablada en español, catalán, inglés y holandés. Cabe destacar la actuación de un entregado Mario Casas, un actor que no me agradaba hace años quizás por cierto prejuicio pero que en los últimos años ha demostrado interpretar personajes interesantes y esta es quizás su mejor interpretación en una película que carga sobre sus hombros. El actor está bien acompañado en papeles secundarios de David Verdaguer, Ilyass El Ouahdani (“Suro”), Raúl Prieto y Nausicaa Bonnín.

El film ganó la biznaga de plata a mejor actor ex aequo y el premio de la Crítica en el último festival de Málaga, cerró el certamen D’A de cine de autor de Barcelona y es una de las óperas primas más potentes de lo que va de año junto con “Sorda” de Eva Libertad.

Valoración: 7

Lo mejor: la actuación de M. Casas y lo realista de la propuesta.

Lo peor: los personajes secundarios no están muy desarrollados.

 


Después de la escena en la discoteca gay con la canción “Infinity” en que el personaje de Sergio se atreve a exponerse con su compañero de vivienda, el hombre sigue su rutina en Utrecht y no parece que vaya a volver a España, quizás porque en Holanda se siente más libre y es posible que se relacione con hombres como él.

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