viernes, 21 de junio de 2024

El cielo rojo * * * *



 

Ver más allá de uno mismo

Después de “Ondina. Un amor para siempre” el guionista y director Christian Petzold escribió y dirigió este largometraje que se estrenó el pasado junio en salas españolas. Un verano caluroso y seco, como tantos en los últimos años. Los incendios forestales son incontrolables. Leon y Felix van a pasar unos días en una casa de vacaciones junto al mar Báltico con el fin de terminar sendos proyectos creativos. Allí descubren que deben compartirla con una bella joven, Nadja, y su amante Devid, el socorrista de la vecina playa. La situación saca de quicio a Leon, que desea terminar su novela pero está fascinado por la joven. Mientras, un enorme incendio va rodeando la zona donde se encuentran. Así, cuatro jóvenes se reúnen en una casa de vacaciones junto al mar Báltico, no lejos de Ahrenshoop. Lenta e imperceptiblemente son cercados por las llamas. Un cielo rojo se cierne sobre ellos. Dudan, tienen miedo, pero no por los incendios; es el amor lo que les asusta.

Si en “Ondina” trataba el elemento del agua, esta vez hace lo propio con el fuego. La película alemana pasa de parecer una comedia al estilo de Eric Rohmer a un drama apocalíptico cercano al film “Melancholia” de Lars von Trier siendo estimulante su mutación de tono aunque desde el principio las cosas no salen como los personajes esperaban y y algo extraño que sobrevuela el ambiente. La cinta tiene un guion bien trabajado que habla de cómo el arte puede condicionar al ser humano, Cabe destacar la actuación de Thomas Schubert (miniserie “Mal negocio”) en un personaje narcisista que no cae bien al espectador, acompañado de Paula Beer, actriz habitual en los últimos títulos del director, como el contrapunto luminoso. Además, si en “Ondina” predominaba un tema musical, en este caso es “In my mind”.

Así pues, “El cielo rojo” demuestra de nuevo que Petzold sea quizás el mejor cineasta alemán en activo y uno de los directores de cine europeo más interesantes. El film ganó el año pasado el gran premio del jurado en el festival de Berlín, fue nominado a mejor actor en los premios del cine europeo y hubiera merecido ser reconocido en los premios del cine alemán.

Valoración: 7’5

Lo mejor: la dirección de Petzold y la actuación de Thomas Schubert.  

Lo peor: la repetición de un poema.

 


La dura realidad en forma de incendio se impone al narcisismo del protagonista que solamente viendo más allá de sus narices consigue escribir una buena novela.

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