Uno de los
estrenos más importantes de la semana es la nueva película de
Michael Bay. La historia sucede el 11 de septiembre de 2012 en el
aniversario del 11-S. Un grupo de milicianos islamismas atentaron
contra el consulado de Estados Unidos y un anexo en Bengasi, Libia.
Un equipo de operaciones especiales nortemanericanas fue enviado para
rescatar a los supervivientes. El director Michael Bay tiene un
estilo que cuenta con sus seguidores mientras que a otros no les
gusta porque debajo de la acción y la potencia visual no hay
verdadero cine. No soy seguidor de la saga "Transformers" y
en su momento la primera vez que la vi no me desagradó "Pearl
Harbor". Después de "Dolor y dinero", una de las más
interesantes en su filmografía, Bay vuelve a la acción en un
thriller que intenta meter al espectador en la experiencia de los
personajes que tienen una misión en un contexto difícil. Los
personajes no están muy bien desarrollados dramáticamente, algo
habitual en el director, las sutilezas no van con sus propuestas y
este film también tiene un toque de patrionismo estadounidense. Sin
embargo, la realización es solvente, atrapa al espectador, es
potente visualmente, las secuencias de acción son notables y los
actores se esfuerzan en sus papeles, encabezados por John Krasinski y
James Badge Bale. Los más exigentes echarán de menos una mirada más
certera sobre el terror en unos atentados pero como cinta de acción
es competente y no es de las peores de Bay.
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