Segundo premio * * * *

 

El vampiro, el adicto y la desertora

Después de “Un año, una noche” y el episodio “Equilibrio” de la miniserie “Apagón”, Isaki Lacuesta ha coescrito y dirigido con Pol Rodríguez (“Quatretondeta”) este largometraje que en un principio fue un proyecto de Jonás Trueba. En Granada, a finales de los 90, en plena efervescencia artística y cultural, un grupo de música indie vive su momento más delicado: la bajista rompe con la banda buscando su sitio fuera de la música y el guitarrista está inmerso en una peligrosa espiral de autodestrucción. Mientras, el cantante se enfrenta a un complicado proceso de escritura y grabación de su tercer disco. Nadie sabe que ese álbum cambiará para siempre la escena musical de todo el país.

Como bien se indica al inicio, esta (no) es una película sobre los Planetas sino sobre su leyenda aunque a partir de la biografía de la banda. No he sido seguidor del tipo de música de este grupo pero sí del cine de I. Lacuesta. Esta coproducción española es un notable drama que describe un estado de ánimo antes que ser un biopic al uso sobre la vida y obra del grupo musical, hace una reconstrucción mitificada de la grabación de su tercer álbum “Una semana en el motor de un autobús” y se estructura de forma capitular desde tres puntos de vista que narran con voz en off. Es una película libre, psicodélica, que cuenta una historia sobre el difícil equilibrio entre la ambición y la amistad y sobre las adicciones a las drogas, y tiene una lograda ambientación. Está interpretada de manera creíble por músicos reales cuando normalmente en este tipo de propuestas los actores profesionales aprenden a tocar instrumentos. El trío principal está formado por Daniel Ibáñez, Cristalino y Stéphanie Magnin. Además, cabe señalar el trabajo en la fotografía y el sonido.

El film ganó la Biznaga de oro a mejor largometraje, el premio a mejor dirección y montaje en el último festival de Málaga, me alegro que se haya convertido en la película más taquillera de su director y es uno de los mejores títulos españoles de lo que va de año que espero sea reconocido en la próxima temporada de premios.

Valoración: 7’5

Lo mejor: no es el típico biopic convencional.

Lo peor: no hay subtítulos de algunos diálogos en inglés. 

 

Es significativo que el único momento en que actúa la banda al completo es en la grabación en el estudio de Nueva York en vez de tocar cada uno por separado.