Un título que se estrenó la semana pasada en cines el dirigido por Robert Lorenz después de “El protector” que vuelve a trabajar con Liam Neeson. En Irlanda, en los años 70, deseoso de dejar su oscuro pasado atrás, el antiguo asesino a sueldo Finbar Murphy lleva una vida tranquila en el pequeño pueblo costero de Glen Colm Cille, lejos de la violencia política que asola el resto del país. Cuando llega al pueblo un peligroso grupo de terroristas liderado por la despiadada Doireann, Finbar se verá inmerso en un peligroso juego que le obligará a elegir entre mantener su identidad secreta o defender a sus vecinos y amigos. Esta coproducción irlandesa es un aceptable thriller de acción un poco diferente a los que ha actuado el actor Liam Neeson, tiene una atmósfera tensa lograda y bellas localizaciones aunque el guion es previsible. Cabe señalar el buen trabajo de los actores: Neeson en un papel de justiciero solitario en el que se desenvuelve con facilidad, sorprende Kerry Condon como la antagonista, Jack Gleeson, Ciaran Hinds y Colm Meaney.
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