Diez años después de su debut con “La verdad” James Vanderbilt ha escrito y dirigido su segundo largometraje estrenado en cines. Tras el fin de la II Guerra Mundial, con ocasión de los cruciales juicios de Nuremberg de los Aliados contra el derrotado régimen nazi, el psiquiatra estadounidense Douglas Kelley, encargado de determinar si los prisioneros oficiales nazis son aptos para ser juzgados por sus crímenes de guerra, se ve inmerso en una compleja batalla de ingenio con Hermann Göring, mano derecha de Hitler. Basada en el libro "El nazi y el psiquiatra" de Jack El-Hai, este thriller dramático judicial ofrece un nuevo enfoque sobre los juicios de Nuremberg, conecta el nazismo con el presente y habla de los límites de la acción humana. La película resulta entretenida aunque el metraje sobrepasa las dos horas, cabe señalar la música compuesta por Brian Tyler y la lograda ambientación de esa época. Además, está protagonizada por un feroz Russell Crowe como Göring que se bate en duelo con Rami Malek como Kelley, destaca Leo Woodall y el reparto masculino cuenta con John Slattery, Mark O’Brien, Richard E. Grant, Michael Shannon y Colin Hanks. Así pues, la propuesta es un eficaz complemento a la notable cinta “¿Vencedores o vencidos?” (1961) de Stanley Kramer. El film se presentó en la sección oficial del pasado festival de San Sebastián y ha logrado el tercer puesto en su estreno en la taquilla española solo por detrás de dos títulos muy comerciales.

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