El estreno estadounidense más comercial de la semana pasada es este título dirigido por Len Wiseman cuyo anterior largometraje fue “Desafío total” hace más de una década. Eve Macarro es una asesina entrenada por la Ruska Roma desde su infancia, la misma organización criminal encargada del adiestramiento de John Wick. En esta violenta historia de venganza, Eve intentará por todos los medios averiguar quién está detrás del asesinato de su padre. En su lucha por conocer la verdad, tendrá que atenerse a las normas de la Alta Mesa y, por supuesto, a las del Hotel Continental, donde descubrirá que existen secretos ocultos sobre su pasado. Este spin-off de la saga “John Wick” que ocurre entre la tercera y la cuarta entrega es un aceptable thriller de acción y venganza en que se nota que en las escenas de acción con coreografías no están detrás Stahelski y Leitch y la trama tiene poco sentido. No obstante, esta propuesta encaja dentro de la franquicia, tiene una ambientación muy parecida, ofrece un espectáculo excesivo, que tiene dosis de violencia y resulta entretenida. Además, la película se toma su tiempo en la presentación del personaje principal y está protagonizada por una brillante Ana de Armas en un reparto con actores habituales de la saga como Ian McShane, Anjelica Huston, Gabriel Byrne, Norman Reedus, Keanu Reeves, Catalina Sandino y el fallecido Lance Reddick.
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