Otro título que podemos encontrar en salas es el escrito y dirigido por Jason Buxton que hace más de una década debutó con “Blackbird”. Josh, un padre de familia, presencia un brutal accidente de tráfico en la curva cerrada frente a su casa. El hecho genera una gran conmoción en el hombre, que empieza a desarrollar una obsesión enfermiza por salvar las vidas de víctimas de accidentes automovilísticos. Una peligrosa obsesión que le llevará a sobrepasar límites insospechados, poniendo en riesgo, incluso, el bienestar de su mujer e hijo. Esta coproducción canadiense e irlandesa (rodada entre Ontario y Nueva Escocia) es un drama inquietante que deriva en un thriller psicológico y tenso que transmite angustia y destaca la actuación de Ben Foster, actor poco reconocido, en un papel obsesivo que mezcla la paranoia y el síndrome de Münchausen y está acompañado de la actriz Cobbie SmuldersCabe señalar que la película tiene atmósfera claustrofóbica, un ritmo pausado y una fotografía de tonos apagados. El film obtuvo tres nominaciones a los Canadian screen awards a mejor guion adaptado (basado el relato corto escrito por el periodista Russel Wangersky), montaje y efectos visuales.
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