Materialistas * * *

La casamentera, el pagafantas y el unicornio

  Se estrenó a mediados de agosto en cines el segundo largometraje escrito y dirigido por Celine Song que cautivó con su reconocida ópera prima “Vidas pasadas”. Lucy es una joven casamentera de Nueva York que se encarga de unir solteros para encontrar la pareja perfecta. Sin embargo, su mundo se desestabiliza al encontrarse atrapada en un triángulo amoroso con Harry, un apuesto financiero multimillonario, y su exnovio John, un actor de poco éxito.

Había cierta expectación sobre el segundo trabajo de la directora tras el éxito anterior pero el hecho de estrenarse en pleno agosto no parecía una buena señal y me dispuse a verla sin esperar una gran obra. Coproducida por el estudio A24 que ha dado buenos frutos en los últimos años, la cinta se ha vendido como una comedia romántica pero creo que la cineasta quiso hacer un drama romántico o en todo caso una ‘dramedia’ que intenta reescribir y aportar algo nuevo a un subgénero tan manido. “Materialistas” intenta reflexionar sobre las relaciones de pareja en un mundo tan capitalista y superficial como el actual, cuestiona si el matrimonio es algo más que una transacción interesada, si no puede funcionar una pareja en que la mujer gane más dinero que el hombre y da una visión pesimista en que parece que la gente no se casa por amor.

He escuchado algunas críticas negativas comparando este título que nos ocupa con típicas comedias románticas como la reciente “Cualquiera menos tú”. Tengo que decir que este subgénero no me apasiona y hasta el año 2020 no vi entera “Pretty woman”, por ejemplo. Sin embargo, considero que “Materialistas” no es una propuesta al uso, tiene un tono menos ligero a medida que avanza y da pie a reflexiones a diferencia de films como “Planes de boda”, por citar alguno. Se nota la realización de la directora en el manejo de la cámara y el guion intenta crear personajes realistas que no tienen por qué caer bien como es el caso de la protagonista. Si bien el visionado es agradable de ver y mantiene el interés hasta el final, el guion no transmite lo suficiente el estado de la protagonista en sus relaciones con los hombres y carece de la emoción que desprendía “Vidas pasadas”. El prólogo y el principio son interesantes pero cuando queda media hora de metraje, la historia ya se ha vuelto previsible y falta esperar al final.  Hay ideas sugerentes como que la directora utiliza tanto la imagen como el guion para presentar la idea de que el amor de antes era más sencillo y coloca la dicotomía del amor verdadero contra la riqueza. 

 

Además, el hecho de haber sido rodada la producción en la ciudad de Nueva York remite al cine de Woody Allen o Noah Baumbach que tienen un encanto especial que aquí se echa un poco en falta, Shabier Kirchner repite como director de fotografía en el segundo filme de la directora y cabe señalar la música compuesta por Daniel Pemberton.

En cuanto al atractivo reparto principal, Dakota Johnson como Lucy nunca me ha parecido una gran actriz aunque parece que se esfuerza en las escenas más comprometidas, Chris Evans en el papel de John demuestra que puede ofrecer un registro diferente al habitual de superhéroe y sorprender un poco como en “Puñales por la espalda” y tal vez Pedro Pascal está un poco desaprovechado en un personaje de señor rico pero simple que resulta soso a diferencia de la imagen simpática del actor.

En definitiva, sin ser una mala película, “Materialistas” no está a la altura de la magia que nos dio con su debut y espero que los próximos proyectos de la realizadora sean más estimables.

Valoración: 6’5

Lo mejor: Chris Evans y las reflexiones que provoca la propuesta, para bien o para mal.

Lo peor: una subtrama peliaguda poco convincente.

 

Como he leído que C. Song trabajó como casamentera, pienso que quiso describir ese ámbito laboral que conoció y que se han dado casos de abuso en algunas citas pero el tratamiento que se hace de este asunto no me convence en relación al personaje de Lucy.

“Materialistas” atrae al espectador con  imágenes de lujo y confort pero no muestra por qué Lucy quiere estar con John, simplemente tenemos que aceptar que hacen buena pareja juntos. Quizás la moraleja de la película sea que nos enseña todo lo que puede ganar Lucy de escoger al pretendiente más rico, solo para poder decirnos que intentar buscar algo más allá del amor es algo malo, síntoma de la decadencia de la sociedad occidental.