martes, 23 de septiembre de 2025

El cautivo * * *

  Se ha estrenado en cines uno de los títulos españoles más esperados de la temporada, escrito y dirigido por Alejandro Amenábar  años después de “Mientras dure la guerra”. En el año 1575, el joven soldado Miguel de Cervantes es capturado en alta mar por corsarios árabes y llevado a Argel como rehén. Consciente de que allí le espera una cruel muerte si su familia no paga pronto su rescate, Miguel encontrará refugio en su pasión por contar historias. Sus fascinantes relatos devuelven la esperanza a sus compañeros de prisión y acaban por llamar la atención de Hasán, el misterioso y temido Bajá de Argel, con el que comienza a desarrollar una extraña afinidad. Mientras los conflictos crecen entre sus compañeros, Miguel, llevado por su inquebrantable optimismo, comenzará a idear un arriesgado plan de fuga. A partir de la biografía de Miguel de Cervantes, esta coproducción española e italiana es un drama carcelario de aventuras con un componente histórico que sigue en la línea de su anterior largometraje sobre abordar un personaje real en una etapa concreta de su vida antes de que se convirtiera en el célebre escritor aunque el que nos ocupa resulta un poco más cálido. Esta es una aseada superproducción de lujo que destaca en aspectos de ambientación de la época en la recreación de la Argel del siglo XVI, pero en conjunto la puesta en escena parece un poco artificiosa e impostada. Teniendo en cuenta que estamos en terreno de la ficción y no del documental, Amenábar se atreve a plantear una posible relación homosexual entre el joven cautivo y su captor que se aprovechó de él y habla de la liberación sexual, pero no explora lo suficiente el sentido de la ficción y la invención. Da la sensación que desde “Ágora” el cine del director es más de admirar por sus valores formales y no llega a emocionar al espectador como debiera. Cabe señalar el atractivo elenco masculino encabezado por Julio Peña en su primer papel más relevante hasta ahora pero su personaje resulta más bien plano, Alessandro Borghi del que sobresale una expresiva mirada, Miguel Rellán cuyo personaje funciona como la voz en off del relato, Fernando Tekero como el villano de la función, José Manuel Poga, Luis Callejo, Roberto Álamo y César Sarachu (serie “Justo antes de Cristo”). El filme se presentó en el último festival de Toronto, ha dado de qué hablar aunque no creo que lleve a los espectadores a leer la obra del escritor y tampoco lo pretende, ha logrado buenos resultados en la taquilla española y tiene opciones de figurar en apartados técnicos en los próximos premios Goya.


 

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