Después de “Los jóvenes amantes” Carine Tardieu coescribió y dirigió este largometraje estrenado en salas que adapta la novela de Alice Ferney. Sandra es una librera extremadamente independiente. Su vecino Alex es un joven arquitecto con dos hijos pequeños que acaba de perder a su pareja. De la noche a la mañana, Sandra se encuentra compartiendo su vida con la familia de Alex y contra todo pronóstico encariñándose poco a poco con ellos, especialmente con el pequeño Elliott de seis años. Los meses pasan y el apego a esta familia adoptiva irá creciendo a la vez que Sandra va siendo consciente que a veces los vínculos afectivos no son de nuestra elección. Esta coproducción francesa es un drama que cuenta el inesperado viaje emocional de la protagonista y habla de la familia y de la maternidad no convencional. La película tiene una puesta en escena intimista, la realización fluye con naturalidad, la fotografía es luminosa y está bien interpretada por un reparto encabezado por Valeria Bruni Tedeschi, acompañada de Pio Marmai, Vimala Pons (“Pequeña flor”) y Raphael Quenard. El film estuvo el año pasado en la sección Orizzonti de la Mostra de Venecia y en la sección Mosaico: panorama internacional del pasado festival de Málaga.
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