Cabe destacar este título dirigido por Tim Mielants tras “Voluntad”. En 1985, en vísperas de Navidad, en un pequeño pueblo del condado de Wexford, Irlanda, Bill Furlong trabaja como comerciante de carbón para mantenerse a sí mismo, a su mujer y a sus cinco hijas. Una mañana temprano, mientras reparte carbón en el convento local, hace un descubrimiento que le obliga a enfrentarse a su pasado y al silencio cómplice de un pueblo controlado por la Iglesia católica. Basada en la novela homónima de Claire Keegan, esta coproducción irlandesa y belga es un contenido drama religioso que logra ser emotivo. La película trata un tema similar a la notable “Las hermanas de la Magdalena” sobre los abusos cometidos por la Iglesia católica en Irlanda, si bien mientras esa cinta estaba contada desde dentro de la institución eclesiástica, la que nos ocupa lo hace desde fuera y el punto de vista de un ciudadano de a pie. El largometraje es íntimo, crudo, tiene un tono sensible y destaca la interpretación absorbente del ganador de un Oscar Cillian Muprhy, acompañado de un reparto que cuenta con Eileen Walsh (“Wolf”), Michelle Fairley (“Un amor en Escocia”), Emily Watson que fue premiada como mejor actuación de reparto en el festival de Berlín del año pasado, Clare Dunne y Ciarán Hinds.
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