Años después de “The divine fury” que fue su anterior largometraje, Kim Joo-hwan ha dirigido este título estrenado a mediados de septiembre en Netflix. Un talentoso experto en artes marciales siempre dispuesto a ayudar forma equipo con un oficial de libertad condicional para usar su talento en la lucha contra el crimen. La película surcoreana es un thriller con toques de comedia cuya acción es previsible y el guion y los personajes no tienen elementos destacados si bien resulta entretenido.
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