Cabe señalar el debut en el largometraje coescrito y dirigido por Pedro Martín-Calero que se ha estrenado en salas españolas. Algo acecha a Andrea, pero nadie, ni siquiera ella misma, puede verlo a simple vista. Hace veinte años, a diez mil kilómetros, la misma presencia aterrorizaba a Marie. Camila fue la única persona que pudo entender lo que le ocurría, pero nadie las creyó. Al enfrentarse a esa amenaza opresiva, las tres escuchan el mismo sonido sobrecogedor. Un llanto. Esta coproducción argentina utiliza la forma del terror sobrenatural para esconder un drama metafórico sobre la violencia de género con una visión feminista y una buena idea en que sólo el ojo de la cámara es capaz de captar lo inenarrable. Aunque la película tiene un ritmo pausado y de las tres historias la mejor es la argentina, tiene una puesta en escena muy estilizada y cuidada e intenta ser perturbadora. Además, la cinta tiene un llamativo elenco compuesto por Ester Expósito (actriz que no me convencía, Mathilde Ollivier (“La hermana del novio”) y Malena Villa (“Matadero”) en los personajes principales y Alex Monner y Sonia Almarcha como secundarios, entre otros. El film se presentó en la sección oficial del último festival de San Sebastián (quizás por ser Isabel Peña coguionista, una producción de R. Sorogoyen y la afición del director J. L. Rebordinos al terror) y sorprendió que se llevara ex aequo la concha de plata a mejor dirección. Aun así, pese a los seguidores de Expósito parece que la propuesta no ha tenido un buen estreno en la taquilla.
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