Ira Sachs dirige este gran drama
sobre la historia de amor entre dos hombres durante nueve años en
Nueva York. El director retrata usando adecuadamente elipsis, la
relación amorosa pero también de dolor por culpa de adicciones y
secretos entre dos personas que se aman pero también se hacen daño
mútuamente. Alguno puede encontrar fría la interpretación del
protagonista frente a su débil compañero, pero considero que es
adecuado ver las personalidades diferentes que conforman a esta
pareja. Además de sus actores y ritmo, el máximo acierto de la
película es su tono tan intimista que hasta parece que el espectador
esté presente acompañando a los personajes. Esta propuesta no es de
gays, sino que habla del amor de manera tierna, triste y
esperanzadora a la vez, y universal.
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