Daniel
Sánchez-Arévalo retoma en cierta medida el argumento de su
cortometraje "Traumatología" en esta comedia dramática.
El director une elementos clásicos como las referencias a "7
novias para 7 hermanos"en el inicio y el final o en las tramas
de los hermanos (dos de ellos aman a una chica, otro quiere a dos
chicas, el padre enfermo) cuando hace cincuenta años del estreno de
la comedia "La gran familia". En este sentido, no es que la
historia sea original, pero la manera libre en que la cuenta el
realizador, incluyendo imágenes de videoclip que chirrían un poco,
hace que te metas en ella. En general, la película es algo
irregular: hay escenas divertidas y personales como la confesión de
la pareja de novios o las bromas hacia el personaje de Antonio de la
Torre; pero también momentos prescindibles como los bailes en el
jardín nupcial y otros poco creíbles como la carta explicada por
parte de Quim Gutiérrez. Aún así, si llega a quedar en el recuerdo
es por la hábil mezcla de escenas dramáticas sin resultar crudas,
con el humor patrio con gritos incluidos. No me llega a emocionar
especialmente, pero cuenta con unos personajes bien definidos e
interpretados; si bien Patrick Criado quizá esté algo sobreactuado,
sus conversaciones con las chicas quedan naturales. En esta ocasión,
la importancia que tiene la trama de los jóvenes seguramente hará
que el film guste sobre todo al público juvenil. Y entre los demás
hermanos, destaca Quim Gutiérrez en un papel comedido y Antonio de
la Torre. En definitiva, la ópera prima de Sánchez-Arévalo sigue
siendo su película más redonda, e incluso la anterior "Primos"
puede ser mejor que este estreno, pero considero que para no gustarme
especialmente las bodas y el futbol, valoro positivamente que éstos
sean sólo ambientes y recursos para hablar de relaciones familiares
y de sentimientos.
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