Hubo una cierta expectación
en la presentación de este film en el pasado festival de San
Sebastián. Rodado el mismo año que "Prisioneros" por el
canadiense Denis Villeneuve, esta es una libre adaptación de la
novela "El hombre duplicado" de José Saramago. En las
últimas fiestas navideñas, tuve la oportunidad de leer el libro,
que me pareció interesante por tratar la pérdida de la identidad y
su forma narrativa. Estos aspectos también me resultan atractivos en
la película, no por ser original (ya que el tema ha sido tratado
bastante en el cine), sino por la curiosidad del profesor por conocer
a su doble, cosa que se vuelve en su contra a causa de la intención
oscura del actor. Pero sobre todo, uno mantiene el interés durante
la casi hora y media de metraje gracias a la envolvente y enrarecida
atmósfera del film, la fotografía que combina la luz con el gris y
el negro, y las interpretaciones del reparto. Podría haberse
explotado más las presencias femeninas de Mélanie Laurent, la
sensual novia del profesor, Sarah Gadon como la esposa embarazada del
actor, que apenas sin palabras transmite cómo su mundo se
resquebraja, y la veterana Isabella Rosselini como la madre de su
único hijo, el profesor. Éste y el actor de segunda están muy bien
protagonizados por Jake Gyllenhaal, en uno de sus mejores papeles,
que interpreta con sutileza a dos personajes diferentes a pesar de
ser idénticos físicamente, como la forma de caminar del docente. Me
parece una adaptación de la novela personal, desconcertante, que
tiene la esencia del libro, quizás con la metáfora de la araña un
pelín subrayada de más, con un final inconcluso, pero que hace
intuir al espectador qué puede suceder.
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