Cuando el
director Cédric Klapish estrenó con éxito en 2002 "L'auberge
espagnole", no tenía pensado hacer una trilogía de la historia
de unos jóvenes veinteañeros. Años después de la segunda entrega
"Las muñecas rusas", de la que también guardo un buen
recuerdo (sobre todo en la escena final en el andén del tren con una
música bonita), era un buen momento para recuperar a los personajes
ya casi a los cuarenta. De nuevo está interpretada por los mismos
actores, que han ido desarrollando interesantes carreras en el cine
francés. Aunque no están todos los del grupo, sí los más
importantes: el protagonista, un entregado Romain Duris, sigue sin
encontrar su camino y lugar en el mundo aunque ya esté casado y con
dos hijos; bien acompañado por su ex novia y ahora confidente Audrey
Tautou, su amiga lesbiana Cécile de France y su esposa Kelly Reilly.
Si bien en conjunto no es un film muy redondo y su ligereza puede
jugar en su contra, se trata de una comedia aceptable que cierra la
historia y deja un buen sabor de boca al espectador.
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