Otro estreno potente de esta semana
es la última película del mexicano nacido en Barcelona Amat
Escalante, que ganó el premio al mejor director en el festival de
Cannes de este año. Dejando a un lado este galardón, a este film no
se le puede reprochar que trate un tema recurrente en México como es
el cártel de la droga. Es cierto que la propuesta es violenta y
pesimista, pero el tema lo requiere, aunque las escenas de torturas
podrían no haber sido tan explícitas. Pero esto son detalles que no
deben empañar su sinceridad y logro de atraer la atención al
espectador pese a lo duro que vemos. Pero, sobre todo, el mérito de
la película es la manera de retratar ese mundo sórdido como si se
tratase de un documental, desgraciadamente parece normal lo que
ocurre.
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