lunes, 4 de noviembre de 2013

Sólo Dios perdona * * *

Había mucha expectación ante la nueva película del tándem formado por Nicolas Winding Refn y Ryan Gosling después del éxito de culto "Drive". Presentada en la sección oficial del pasado festival de Cannes, la película tuvo una lógica recepción dispar, ya que su violencia explícita no viene acompañada de un argumento algo profundo. De su anterior film, el director danés conserva su poderío visual que hace que el espectador se quede mirando la pantalla aunque lo que se le muestra sea desagradable; aquí hay que destacar la excelente fotografía envolvente realizada por Larry Smith, que fue justamente premiada en el último certamen de Sitges. Es cierto que la historia es mínima y que puede resultar un ejercicio pretencioso de autor, pero aparte de su brillantez formal, tiene más aspectos positivos: es algo original en su vaciado narrativo, la puesta en escena es atractiva y el reparto de actores es solvente; Ryan Gosling se esfuerza en su inexpresión y vemos una sorprendentemente vengativa y malvada Kristin Scott-Thomas, demostrando de nuevo que últimamente es una actriz secundaria de lujo. A nivel europeo, esta cinta francesa es de las que gusta o no, pero su controversia hace que sea un estreno a tener en cuenta. 


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