El director Alexander Payne vuelve
a demostrar con su última película que posee una de las mejores
filmografías norteamericanas, compuesta de personajes interesantes
como en "A propósito de Schmidt". Justamente el
protagonista de ésta, Jack Nicholson, iba a encarnar al personaje
que ha encumbrado a Bruce Dern. En "Nebraska", el
realizador nos lleva por un viaje en automóbil a priori con un
motivo absurdo, pero que servirá para afianzar los lazos entre un
padre y un hijo, en una relación que recuerda un poco a la de Don
Quijote y su escudero Sancho Panza. De nuevo, Payne trata personajes
insatisfechos entre el drama y la comedia, de la América real que no
vemos a menudo. Es curioso cómo el magnífico guión de Bob Nelson
hace que sepamos sobre el anciano bebedor Woody sobre todo a partir
de los testimonios de los diferentes personajes adecuadamente
interpretados por el reparto de actores. En este apartado, es obvio
destacar la interpretación del veterano Bruce Dern, que ganó como
mejor actor en el último festival de Cannes y por fin tiene un papel
que hará que sea conocido por las generaciones más jóvenes. Pero
sería injusto no valorar la actuación de su hijo en la ficción,
Will Forte, ganador del Bafta a la estrella emergente y de June
Squibb (que ya fue la esposa de Schmidt) como la madre lengualarga
pero realista. Con una fotografía en blanco y negro sobria y excelente, éste es un gran film sobre cuidar los hijos a sus
padres ya mayores con dignidad, melancólico y uno de los pocos que
me ha emocionado últimamente entre los finalistas al Oscar a la
mejor película, por encima de la más nominada "La gran estafa
americana". Creo que es la tapada en esta edición de los
premios, una de mis favoritas que merece estatuillas, junto a "12
años de esclavitud" y "Gravity", de momento y a la
espera de ver más films candidatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario