El segundo largometraje de
J. C. Chandor tras lograr una nominación al Oscar por el guión de
"Margin call" (sobre la crisis financiera) es una propuesta
diferente de la anterior y arriesgada. Puede compararse a la exitosa
"Gravity", "Buried" o "El viejo y el mar"
pero destaca por su sobriedad y ausencia de artificio, de manera que
resulta creíble aunque no nos explican nada del personaje principal y apenas dice algo. Pero ahí está la gracia, ya que con sus acciones para sobrevivir en
medio de las peligrosas aguas, demuestra cómo es, su valía humana.
Todo el peso del film cae bajo los hombros de Robert Redford, que
realiza un gran trabajo, sobre todo físico, pese a que su rostro
haya pasado por el quirófano. Bien hubiera merecido una nominación
como actor protagonista, pero ha tenido que conformarse con la del
montaje de sonido para una película muy bien realizada a la que tal
vez no le ha ido bien que se haya estrenado después de la premiada
"Gravity", más comercial y asequible para el gran público.
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