martes, 10 de febrero de 2015

Lo mejor y lo peor de la gala de los Goya 2015:

Después de ver uno de los eventos cinematográficos del año y el más importante de España, es oportuno analizar un poco la ceremonia de entrega de galardones que encumbró "La isla mínima" como una de las máximas triunfadoras en la historia de los premios con diez Goyas, el mismo número que hace dos años obtuvo "Blancanieves" aunque en aquella ocasión el premio a mejor director no fue para la más galardonada.

Lo mejor: 

- El cómico Dani Rovira, aunque un pelín nervioso al iniciar la gala, demostró estar a la altura como presentador y esta edición será recordada por ser una de las mejores conducidas, aunque no llega a la altura de las que presentó Rosa María Sardá y la primera que presentó Andreu Buenafuente. Pero sí su trabajo es mejor que el que hizo el año pasado Manel Fuentes, de la gala del año 2009 presentada por Carmen Machi o incluso de las dos que condujo Eva Hache. Si Dani Rovira presentara la edición del año que viene, sería una buena noticia. Tuvo buenos momentos como el primer gag de agradecimientos en un minuto, el del primer tráiler (el segundo sobraba) o cuando bajaba por las escaleras saludando a actores como Karra Elejalde o Penélope Cruz. 

- Hubo discursos emotivos como el de Carmen Machi que recordó a la recientemente fallecida Amparó Baró o el de Karra Elejalde mencionando a Álex Ángulo. Pero uno de los más aplaudidos fue el de Antonio Banderas con el Goya de Honor al mencionar a su hija. 

- Fue acertado dar protagonismo a los cortometrajistas nominados en las categorías de ficción, animación y documental, a diferencia de aquella gala en que se quiso ventilar deprisa estos premios. Eso sí, no estoy muy de acuerdo con los premiados de este año: en ficción, es mucho más interesante "Todo un futuro juntos" que el premiado "Café para llevar", que me parece la típica y correcta historia de una ex pareja que se reencuentra. Y en animación, me parece más logrado "Sangre de unicornio" que "Juan y la nube" aunque al público infantil le guste más éste, pero los films de animación no sólo están dirigidos a los niños. 

- Considero bien premiar con un Goya a actores en películas de comedia, algo que no es habitual. Javier Cámara y Natalia de Molina consiguieron el premio el año pasado por "Vivir es fácil con los ojos cerrados", que es una comedia pero con tintes dramáticos. Así pues, es justo el Goya a Carmen Machi y a Dani Rovira por "Ocho apellidos vascos", aunque también lo hubiera merecido David Verdaguer por "10.000 km". También está bien el premio a Karra Elejalde por la cinta de Martínez-Lázaro pero José Sacristán también se lo merecía. La pregunta es la siguiente: ¿si no hubiera tenido tanta recaudación en taquilla la película,  hubieran sido premiados estos tres actores? La respuesta es no. 

- Es justo el Goya a la mejor actriz a Bárbara Lennie, una de las mejores de su generación, si bien fue este fue el único premio para "Magical girl". 

- No soy partidario de los momentos musicales en este tipo de galas, y más después del fracaso del número del año pasado. Estuvo bien que Dani Rovira y Dafne Fernández afirmaran que fue pésimo. Este año el primero ha estado bien, sobre todo hacia el final con muchos actores cantando el mítico "Resistiré" (aunque no es acertado que actores como Hugo Silva que no han hecho musicales se pongan a cantar para demostrar que pueden. 




Lo peor: 

- El sistema de votaciones de la Academia sigue siendo mejorable. Cada año hay algunas películas que acaparan casi todas las nominaciones, dejando fuera a excelentes films como este año "Loreak" con sólo dos nominaciones, sin mención a sus actrices. Debería estar controlado que los productores quieran completar todas las categorías con un miembro del equipo, de ahí, por ejemplo, que Mercedes León esté nominada por "La isla mínima" cuando es bastante desconocida y en todo caso tendría que estar como revelación. Hace dos años, el caso de "Blancanieves" también fue de órdago: 18 nominaciones en todas las categorías en las que optaba, con un actor o actriz en cada categoría de interpretación. Si este año se ha dicho mucho que ha sido un gran año para el cine español, que no premien solamente a las mismas películas. También es discutible este año el caso de "Relatos salvajes". Es una de las mejores del año pero el hecho de que sea una co-producción juega en su contra porque aunque tenga bastantes nominaciones, al final sólo se lleva la de mejor película iberoamericana. Para eso que dejen margen a otras películas. ¿Cuántos miembros del equipo técnico o artístico de un film producido por un país latinoamericano han sido premiados? Pocos, contados, el caso de Cecilia Roth por la coproducción "Martin Hache" y por "Todo sobre mi madre" que es española. 

- Es discutible el Goya a mejor actriz revelación para Nerea Barros, que ya demostró al inicio de la gala que "La isla mínima" arrasaría. La intérprete está metida en su papel pero es un poco increíble que una mujer tan guapa que podría ser modelo interprete a una sufrida madre en un recóndito pueblo. La revelación de este año es García-Johnson o Natalia Tena pero claro, sus films contaban con muy pocas candidaturas. 

- La ceremonia se hizo larga, pesada, aun hasta a los seguidores de este tipo de eventos. Comenzó con buen ritmo, con unos primeros premiados con ligereza, pero además de durar casi cuatro horas (el film "La piel que habito" estaba programado a la 01.00h.), se hizo pesada. Hubo momentos que sobraban y entorpecieron el ritmo de la gala: el momento de claqué de Dani Rovira o el desafortunado de los protagonistas de "El mundo es nuestro". Pero sobre todo, la intervención innecesaria de Álex ODogherty, que ya en otras ediciones estuvo mal. No tenía motivo su momento ni aún para presentar después el Goya a la mejor música original. Además, por si esto fuera poco, cuando ya la gala iba mal de tiempo pasadas la una de la madrugada y a falta de los cuatro premios gordos más importantes, cantó Miguel Poveda. Su momento en el número musical del inicio no estuvo mal, pero esta no es una gala musical y, que yo sepa, Poveda no estaba relacionado con las películas nominadas. Y poner una actuación hacia el final no se había hecho nunca, en el momento de recordar a los fallecidos en alguna edición sí, pero esto es imperdonable. 
El director de la gala fue Juan Luis Iborra y creo que convendría alguien más joven que dé dinamismo y ligereza a estas galas en las que lo importante es dar los premios. Claro que es un acto televisivo y tiene que entretener pero este tipo de actuaciones lastran el ritmo de la gala. 

- Aunque es cierto que los discursos políticos de otros años entorpecen el ritmo de la gala, es inaceptable que haya un control sobre qué pueden decir y qué no los galardonados, como si estuviéramos en una dictadura. Esto viene porque asistió a la gala el señor Wert, porque si no hubiera ido como el año pasado, no hubiera habido protestas o ausencias como Carlos Areces, que no quiso participar. 

- Agradezco las presencias de actrices no muy habituales en estos premios que lo ganaron en su momento como Ingrid Rubio, Carme Elías o Pilar López de Ayala. Pero ya se hace pesado que de nuevo José Coronado presente el Goya a la mejor actriz, como las dos ocasiones (y seguro que alguna más) en que le dio el premio a Maribel Verdú. ¿No hay más actores en este país idóneos para presentar este premio como anteriores ganadores del Goya?




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