No es habitual encontrarse en la cartelera de un multisalas comercial este tipo de películas que se echan más en falta: propuestas maduras, dirigidas a un público adulto, donde prima la historia y los personajes.
Enmarcada en el nuevo neorealismo italiano, sobre todo al inicio del metraje, el notable director Daniele Luchiette y el actor Elio Germano vuelven a trabajar juntos después del éxito de “Mi hermano es hijo único” en este duro drama. Tras un hecho inesperado que cambia la vida del protagonista (mejor no leer mucho sobre el film antes de verlo) y de una mentira en relación a su trabajo de albañil, se nos plantea una interesante cuestión moral que queda algo desdibujada porque su realizador también quiere tratar temas sociales y laborales que han sido y son de actualidad: en este sentido, recordemos que la acción se situa en una Roma sin connotaciones de postal en el año 2009 (ya que el film se estrenó en 2010 en su país). Si bien hay algún momento de exceso de dramatismo discutible (como en la escena del entierro, pero que a su vez muestra la explosión interpretativa del personaje principal), el film tiene suficientes ingredientes para funcionar: bajo las espaldas de un inmenso Elio Germano, y acompañado de un atractivo reparto de secundarios en que destaca un Raul Bova lejos del típico galán romántico, la historia de un padre logra sacar adelante a sus hijos en medio de unas condiciones complicadas mantiene el interés del espectador hasta el final. Hay que decir que el desenlace quiere cerrar todos los cabos planteados, algo que puede resultar artificioso, pero el hecho de que sea esperanzador y de que a pesar de todo estemos ante una película optimista, la engrandece. Es curioso y justamente valorado que en el festival de Cannes de hace tres años se premiara ex aequo la interpretación del protagonista y la de Javier Bardem en “Biutiful”, ya que sus personajes dramáticos tienen puntos en común.
Es recomendable el visionado de “La nostra vita” para ver una realidad que afecta a muchos, uno de los mejores estrenos a nivel europeo de la temporada.
Enmarcada en el nuevo neorealismo italiano, sobre todo al inicio del metraje, el notable director Daniele Luchiette y el actor Elio Germano vuelven a trabajar juntos después del éxito de “Mi hermano es hijo único” en este duro drama. Tras un hecho inesperado que cambia la vida del protagonista (mejor no leer mucho sobre el film antes de verlo) y de una mentira en relación a su trabajo de albañil, se nos plantea una interesante cuestión moral que queda algo desdibujada porque su realizador también quiere tratar temas sociales y laborales que han sido y son de actualidad: en este sentido, recordemos que la acción se situa en una Roma sin connotaciones de postal en el año 2009 (ya que el film se estrenó en 2010 en su país). Si bien hay algún momento de exceso de dramatismo discutible (como en la escena del entierro, pero que a su vez muestra la explosión interpretativa del personaje principal), el film tiene suficientes ingredientes para funcionar: bajo las espaldas de un inmenso Elio Germano, y acompañado de un atractivo reparto de secundarios en que destaca un Raul Bova lejos del típico galán romántico, la historia de un padre logra sacar adelante a sus hijos en medio de unas condiciones complicadas mantiene el interés del espectador hasta el final. Hay que decir que el desenlace quiere cerrar todos los cabos planteados, algo que puede resultar artificioso, pero el hecho de que sea esperanzador y de que a pesar de todo estemos ante una película optimista, la engrandece. Es curioso y justamente valorado que en el festival de Cannes de hace tres años se premiara ex aequo la interpretación del protagonista y la de Javier Bardem en “Biutiful”, ya que sus personajes dramáticos tienen puntos en común.
Es recomendable el visionado de “La nostra vita” para ver una realidad que afecta a muchos, uno de los mejores estrenos a nivel europeo de la temporada.
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