Las historias sobre padres con
hijos pequeños que se divorcian pueden caer en sentimentalismos,
pero esta película se aleja de esa vertiente porque está contada
desde la perspectiva de la niña, es fiel a la novela de Henry James
y la realización es buena. Además, destaca por las interpretaciones
de los actores, empezando por la estupenda niña Onata Aprile, la
siempre eficaz Julianne Moore y Alexander Skarsgard. El dibujo de los
padres adoptivos podría haber estado mejor pero es un buen drama.
No hay comentarios:
Publicar un comentario