La esperada quinta
colaboración entre Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio llega a las
pantallas españolas de la mano de esta adaptación de la obra de
Jordan Belfort, un agente de bolsa que estafó a mucha gente. El
célebre actor tardó cinco años en materializar el proyecto para
que lo dirigiera Scorsese. Quién mejor que él para trasladar al
cine una historia muy potente, cerca de films como "Casino",
que sustituye gánsters armados por estafadores drogadictos. El
director vuelve a realizar un film entusiasta, excesivo, con momentos
divertidos como el de la escena en el avión, que saca risas al
espectador, controlando el ritmo en sus tres horas de metraje que
pasan rápido y con un montaje ágil. Mención aparte merecen los
actores: es normal que DiCaprio persiguiera esta producción, ya que
su personaje es un bombón y le extrae su lado más histriónico.
Incluso tiene una secuencia en un barco que se hunde, que puede
recordar a "Titanic". Está muy bien secundado por Jonah
Hill como su compañero y Matthew McConaghey hace una breve pero
destacada aparición. Nominada a cinco Oscar en categorías
importantes, esta es una de las mejores últimas obras del maestro
Scorsese, que gustará mucho a los jóvenes.
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