Además de festivales más conocidos como el de San Sebastián o el de Sitges que forman parte de la temporada de festivales importantes a partir de septiembre, en España la oferta cultural se extiende a certámenes más pequeños pero estimables como es el caso del de Mequinenza. Esta es una pequeña localidad zaragozana con una historia interesante detrás en que desapareció el pueblo viejo y ha conseguido mirar hacia adelante sin dejar de valorar su pasado. Es todo un logro y tiene mucho mérito que Mequinenza tenga un festival internacional de cine cuya tercera edición ha tenido lugar en la Sala Goya entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre. Este año el jurado de cortometrajes ha sido formado por las licenciadas en Comunicación audiovisual Irene Bailo y Míriam Riuau, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Mequinenza Mari Ángeles Soler y Javier Rodes, director del festival.
El tema común en los 22 cortometrajes presentados a concurso es el agua, elemento que confluye en la población al haber tres ríos que forman las diversas secciones del certamen: Ebro, en que se proyectó el corto holandés "El chico y el mar" de Vasily Chuprina, entre otros, Segre, con el film uruguayo "Inna, una gota de esperanza" por ejemplo y el británico "Respirar, una vida sin gravedad" de Sebastian Solberg, que obtuvo el premio al mejor corto documental, y Cinca, más la sección de animación donde se presentaron el español "El último libro de la Tierra" de Pau Torrano y Marina Soteras y el francés "Plastic" de Sebastien Baillou, entre otros.
Además, este año se ha intentado que la programación sea más diversa con un taller de cortometrajes en stop-motion a cargo de niños y niñas, la presentación del proyecto "La puerta del infierno", del libro "Monegros, tierra de western", una mesa redonda sobre aspectos relacionados con el cine como su papel en la sociedad y rodajes en Aragón, y la exposición "El mundo rural visto por el audiovisual español".
Como bien se dijo en el acto de clausura, este certamen continúa su esperemos larga y reconocida andadura gracias a sus responsables y al público asistente.
Seguidamente, vamos a destacar algunos cortometrajes que se presentaron en el festival de Mequinenza:
Madre
Uno de los cortometrajes más importantes que se pudieron ver en la sección Cinca está dirigido por Rodrigo Sorogoyen, responsable de "Stockholm" y "Que Dios nos perdone". La cotidiana conversación entre Marta y su madre se convierte en una trágica situación contrarreloj cuando reciben la llamada del hijo de la primera que está en una playa. Muy bien interpretado por Marta Nieto y Blanca Apilánez, este es un drama rodado casi en un solo plano secuencia que ofrece tensión hasta un final abierto.
Set adrift
Otro estimable cortometraje presentado en la sección Segre, es el británico realizado por Jennifer Sheridan. Cuenta una sencilla y emotiva historia de ausencia con un querido perro delante del mar. El film recibió el premio del público Antonio Blas, responsable en la primera edición del certamen.
El color de la sed
España está pasando por una dura sequía que van a padecer especialmente los núcleos rurales. Medardo, ganadero de ovejas, ve cómo su rebaño desmejora cada vez más y los corderos cogen menos peso. La situación se vuelve crítica cuando empieza a sufrir robos, movidos por la desesperación de alguno de sus vecinos. Medardo se verá forzado a tener que tomar una dura decisión que pondrá en peligro la honestidad y lealtad que siempre lo han caracterizado. Gala Gracia es la directora de este interesante drama rural protagonizado por Josep Maria Alejandre (visto en títulos como "Born"), actor que fue el encargado de recoger en la clausura el premio al mejor cortometraje de ficción. El film ya fue galardonado en los premios Simón del cine aragonés.
Savis de l'horta
En la sección Cinca se proyectó este documental valenciano en blanco y negro a cargo de David Segarra sobre el valor del trabajo en la tierra, con las apreciables intervenciones de personas mayores que han trabajado en el campo.
El mar inmóvil
Por último, también en el apartado Cinca se pudo ver el último día del certamen este trabajo de no ficción dirigido por Macu Machin. Trata acerca del único salinar a cargo de una mujer en las islas Canarias y la importancia de la sal.
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