Después de su debut “Down to the
bone” y la excelente “Winter’s bone”, la guionista y directora Debra Granik
adaptó la novela de Peter Rock. Un padre y su hija de trece años viven una vida
tranquila y feliz aislados en un enorme parque nacional de Portland, Oregon,
hasta que un pequeño error complica sus vidas para siempre al ser detenidos por
la policía. Estamos ante un potente drama indie sobre la relación entre un
padre y una hija, personajes en el límite de la sociedad muy bien interpretados
por Ben Forster (“Galveston”) y Thomasin Mackenzie (“Jojo rabbit”). La película
es modesta, sutil, emotiva y desoladora, con una lograda atmósfera. El film de
2018 estuvo presente en la temporada de premios: fue seleccionada como uno de
los mejores títulos independientes del año por el National Board of Review y
obtuvo el premio a mejor actriz revelación, el premio a mejor dirección en la
Asociación de críticos de Los Ángeles, fue candidato a los premios Independent
Spirit a mejor largometraje, dirección y actriz secundaria, fue nominado al
premio Gotham a mejor actor e intérprete revelación, en los Satellite awards
candidato a mejor película independiente y actor, y bien hubiera merecido ser
finalista al Oscar a mejor guion adaptado. Esta recomendable película se puede
disfrutar en Netflix desde inicios de junio y es de las mejores que hay
recientemente en la plataforma.
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