sábado, 2 de febrero de 2013

El lado bueno de las cosas * * *

Es costumbre que en las nominaciones a los Oscar esté presente alguna película de bajo presupuesto. Este año, el productor Harvey Weinstein ha sabido vender muy bien esta comedia dramática que intenta ser optimista y dar el mensaje de que el amor es la cura a los problemas de personajes con transtornos mentales. Tanto es así, que el film ha conseguido hasta ocho candidaturas en las categorías principales, teniendo a los cuatro actores más importantes en las respectivas categorías de interpretación, cuando hacía más de treinta años, desde "Rojos" de Warren Beatty, que un film no aspiraba a este dato. En este sentido, el número de nominaciones es excesivo, puesto que esta es una película sobrevalorada. Empieza de manera interesante, dando un aire fresco a este tipo de género, pero desgraciadamente tiene alguna escena de más (toda la discusión sobre el partido) durante el metraje y su final, a pesar de que puede gustar a algunos, deriva en el típico "happy end" de la industria de Hollywood. No obstante, justo es decir que son destacables las interpretaciones de los actores. Más que la de la madre interpretada por Jacki Weaver (la única de la familia con la cabeza centrada), por primera vez Bradley Cooper demuestra que puede hacer un notable papel y Robert de Niro como el obsesivo padre del protagonista demuestra de nuevo su talento. Pero, sobre todo, aunque su personaje decanta el film hacia el territorio más convencional, Jennifer Lawrence hace presente que es una de las actrices más prometedoras de Hollywood. Esta es una de las propuestas más comerciales de la semana, que puede dar la sorpresa y llevarse alguna estatuilla.

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