Tras meses de promoción que
continuarán tras su estreno, llega a las salas la última película
de Daniel Monzón después del éxito de crítica (hasta 8 premios
Goya) y público que fue "Celda 211". Si en ésta renovó
el thriller carcelario hecho en España, y yendo más atrás ya en su
debut con "El corazón del guerrero" apostó por el cine
fantástico, ahora con "El Niño", título simple pero
fácil de recordar, se adentra en una propuesta ambiciosa poco común
en el cine español y menos en estos tiempos: el mundo del
narcotráfico en el estrecho de Gibraltar, donde están involucrados
España, Inglaterra por parte de Europa y Marruecos por África.
Ante
tal planteamiento, la película tiene un presupuesto holgado que sabe
materializarse. Es un acierto contar las dos tramas principales
primero por separado para luego confluir: la de los policías que
llevan dos años intentando demostrar el paso de cocaína a Europa
por el estrecho y la de tres jóvenes que se adentran en un mundo
peligroso y sucio. Los personajes están bien escritos aunque quizás
echemos un poco en falta más información sobre sus vidas, en
especial la de los dos protagonistas por separado. Podemos apreciar
al policía buena persona encarnado por Luis Tosar y al apodado "El
Niño" por el hasta ahora desconocido Jesús Castro, en un personaje que empieza jugando y acaba sin poder dar marcha atrás. Tal vez le
falte más expresividad, pero creo que su revelación es mayor que la
otra de este año: la del cómico Dani Rovira por "Ocho
apellidos vascos". Están muy bien secundados sobre todo por
Jesús Carroza en un papel gracioso donde demuestra su talento tras
personajes pequeños (hay que recordar que ganó un Goya por "7
vírgenes"), los también debutantes Mariem Bachir (que tiene
una historia de amor con el protagonista que ampliará el público de
la cinta) y Saed Chatiby. Pero además Bárbara Lennie, Eduard
Fernández y Sergi López vuelven a demostrar su presencia
interpretativa. Así pues, el espectador, viendo los dos bandos, el
de la policía y el de los delincuentes, llega a ponerse de parte de
los dos. Aunque en algún momento se note que la película dura más
de dos horas, está muy bien realizada, tiene escenas de acción en
alta mar (en especial la persecución nocturna) digna de una
producción estadounidense pero sin efectismos. Llego a pensar que
realmente el problema en el estrecho de Gibraltar sucede como en el
film, donde personas como el protagonista hacen el trabajo sucio de
una maquinaria oscura y poderosa que abarca mucho. Vale mencionar que
logra mantener la tensión y la intriga durante todo el metraje y
creo que dejará satisfecho al gran público (en la sala había
algunas risas pero también hace pensar). También tengo que destacar
su desenlace, en el que vemos que el problema tratado continuará
aunque se haya resuelto el caso.
En
definitiva, considero que este es un excelente thriller español,
puede que no tenga el impacto que supuso "Celda 211", pero
es una de las mejores apuestas de este año, que vuelve a demostrar
que en España se puede hacer gran cine de género, por lo que me
alegro que haya funcionado tan bien en su primer fin de semana y
espero que su buena recepción dure. Y es que auguro que ésta será,
junto con la que está por venir, el también thriller "La isla
mínima" de Alberto Rodríguez, una de las mayores rivales a
batir de cara a los próximos premios Goya, donde podría arrasar.
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