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Un ministro del gobierno ha sido detenido por la policía, imputado por corrupción, malversación de fondos públicos, blanqueo de capitales y otros dieciocho delitos económicos. Ésta es la historia de su hijo. Las andanzas de Bosco desde que es expulsado de su lujoso chalet en la Moraleja hasta que entra a pedir trabajo en la sede de Podemos; sus angustias sentimentales desde que le deja su novia hasta que le acepta una trabajadora social ciega, educadora en un colegio de discapacitados; sus miserias desde que le expulsan de su exclusivo máster de dirección de empresas hasta que pasea asustado por las calles de Lavapiés. Es una pena que Víctor García León haya tardado diez años en dirigir una película después de "Vete de mí", ya que su último film es una inteligente comedia en forma de falso documental que describe con lucidez la situación social actual con casos de corrupción en España. Aunque hacia el final parece que el director no sabe cerrar bien la historia, se agradece que haya una película española mordaz como esta y la película no sería la misma sin la entrega del protagonista Santiago Alverú. Si el humorista Dani Rovira ganó el Goya, Alverú se merece como mínimo la nominación. Por lo pronto, el film obtuvo una mención especial del jurado y el premio de la crítica. Esta es una de las mejores comedias españolas de lo que va de año.