jueves, 19 de marzo de 2020

La canción de los nombres olvidados * * *

François Girard tiene una filmografía con títulos como “Sinfonía en soledad (un retrato de Glenn Gould), “El violín rojo”, “Seda”, “El coro” y “Hochelaga, Terre des âmes”. En el que nos ocupa, en pleno estallido de la Segunda Guerra Mundial, el pequeño Dovidl llega a Londres como refugiado judío desde su Polonia natal. Con solo nueve años es un prodigio del violín, lo que propicia su acogida en una destacada familia británica, que le integra como un hijo más y promociona sus estudios musicales. Dovidl se convierte en el mejor amigo de su nuevo “hermano” Martin. Años después, Dovidl está a punto de ofrecer su primer y esperado concierto, pero horas antes desaparece sin dejar rastro, provocando la vergüenza y la ruina de la familia, y dejando a Martin sumido en la tristeza y la incertidumbre. Convertido en profesor y experto musical, Martin, ya adulto, descubre por casualidad a un joven violinista que le muestra una filigrana estilística que sólo Dovidl podría haberle enseñado. Martin comienza entonces una búsqueda que le llevará a recorrer medio mundo y a adentrarse en su propio interior para intentar dar respuesta a las preguntas silenciadas durante tantos años. Basada en la novela de Norman Lebrecht, esta coproducción canadiense es un correcto drama de época al que se le notan las costuras en un guion un poco inverosímil. La pelicula cuenta temas interesantes como un don que se convierte en condena, une cine y música y está interpretada por los actores Tim Roth (“Luce”), Clive Owen (“The informer”) y Catherine McCormack (vista en “Sherlock: la novia abominable”). El film clausuró el año pasado el festival de San Sebastián. 
 
 

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