miércoles, 4 de marzo de 2020

Monos * * * *

 
 
Apabullante inmersión en la guerrilla colombiana

He tenido la oportunidad de ver en pantalla grande el tercer largometraje coescrita y dirigida por Alejandro Landes tras “Cocalero” y “Porfirio”. En la cima de una imponente montaña, donde lo que a primera vista parece un campamento de verano, ocho niños guerrilleros apodados “Los Monos» conviven bajo la atenta mirada de un sargento paramilitar. Su única misión es clara: cuidar a la doctora, una mujer americana a la que han tomado como rehén. Cuando esta misión empieza a peligrar, la confianza entre ellos empezará a ponerse en duda. Esta coproducción colombiana es un contundente drama en el contexto de la guerrilla que no intenta hacer una descripción exhaustiva de este aspecto sino sumergir al espectador en una propuesta que resulta apabullante a nivel visual, con un gran trabajo en la fotografía a cargo de Jasper Wolf y sonoro, con una destacada banda sonora compuesta por Mica Levi. La película se puede dividir en dos partes: la primera tiene lugar en lo alto de la montaña bajo la niebla y el frío mientras que la segunda se adentra en la selva con humedad y calor. Al principio no sabemos muy bien las intenciones del grupo pero cada miembro tiene su espacio y su protagonismo. Vemos cómo son unos chavales en proceso de maduración que progresivamente van enajenándose en una dinámica de violencia física en que hay momentos incómodos para el espectador. El elenco de actores hace un bien trabajo, de entre los que hay que señalar a la actriz Juliane Nicholson (vista en “Agosto” o “Novitiate”) como la doctora secuestrada y Sofia Buenaventura como Rambo. El film tuvo un buen reconocimiento el año pasado: obtuvo el premio especial del jurado en la sección World cinema del festival de Sundance, el premio a mejor música original en el BAFICI de Buenos Aires, fue seleccionada para representar a Colombia en loos Oscar, nominada al premio BIFA a mejor película internacional independiente y candidata a los premios Forqué y Goya a mejor largometraje iberoamericano.

Valoración: 8

Lo mejor: el aspecto visual y sonoro de la película.
Lo peor: que haya espectadores que esperen un retrato detallado del conflictoen en Colombia. 
 
 

Después de un intento de huir, la doctora logra escapar dejando atado al chivato Pitufo. Por su parte, Rambo es el único miembro que consigue separarse del grupo, es rescatado por las autoridades y llega a la ciudad, mirando a cámara y rompiendo la cuarta pared.

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