También se ha estrenado en
Netflix a mediados de agosto este título comercial realizado por Henry Joost y
Ariel Schulman, responsables del notable documental “Catfish”, la tercera y
cuarta entrega de “Paranormal activity”, varios cortometrajes como “Fan fantasy”
y cuyo anterior largometraje fue el pasable “Nerve, un juego sin reglas”. En
las calles de Nueva Orleans, se empieza a correr la voz sobre una misteriosa
nueva píldora que desbloquea superpoderes únicos para cada usuario. La trampa
es que uno no sabe cómo le afectará hasta que la tome. Mientras que algunos
desarrollan una piel a prueba de balas, invisibilidad y una fuerza
sobrenatural, otros exhiben una reacción más mortal. Pero cuando la píldora
eleva el crimen dentro de la ciudad a niveles peligrosos, un policía local se
une a un traficante adolescente y a un ex soldado alimentado por una venganza secreta
para luchar contra el poder con poder y arriesgarse a tomar la píldora con el
fin de localizar y detener al grupo responsable de crearla. Esta es una
película estadounidense que combina la ciencia-ficción y el crimen policial,
ofrece un acercamiento al cine de superhéroes que intenta aportar algo
diferente a los films de Marvel pero el resultado en conjunto es bastante genérico
y reúne clichés y varios elementos. No obstante, hay escenas de acción
logradas, poderosos efectos especiales, el ritmo es ágil y tiene momentos
llamativos a nivel sensorial. El film está bien protagonizado por Jamie Foxx (“Cuestión
de justicia”) como el ex soldado, acompañado de Joseph Gordon-Lewitt (“7500:
avión secuestrado”) como un policía, Dominique Fishback (visto en la serie “The
deuce”) como el chico traficante y cuenta con Rodrigo Santoro (“Un traductor”) y
Courtney V. Vance (en la serie “Territorio Lovecraft”). Esta propuesta ha
recibido críticas irregulares y parece que en general no ha gustado al público,
quizás porque esperaban una de acción pura y no es así.
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