Un
largometraje francés que se ha estrenado en la cartelera española a mediados de
agosto es el tercer trabajo coescrito y dirigido por Arnaud Viard a partir de
la novela de Anna Gavalda. En la bonita casa familiar, al final del verano,
Aurora va a celebrar su setenta cumpleaños, rodeada de sus cuatro hijos, que
han venido especialmente para la ocasión. Está Jean-Pierre, el mayor, que ha
adoptado el papel de jefe de familia desde la muerte del padre; Juliette, que
espera su primer hijo a los cuarenta años y que todavía sueña con ser
escritora; Margaux, la artista radical de la familia, y Mathieu, de treinta
años, que vive angustiado por seducir a la bella Sarah. Este es un aceptable
drama familiar realizado de manera pausada, a priori c´ñomodo de ver pero con
un trasfondo agitado, sobre la pérdida y el arte como sanador de las personas,
que cuenta las historias de los personajes. Entre el buen reparto de
intérpretes cabe destacar a Alice Taglioni (“Reparar a los vivos”), Jean-Paul
Rouve (“Volando juntos”), Aurore Clément (“Barbara”), Benjamin Lavernhe (“Amor
a segunda vista”) y Elsa Zylberstein (“Sobre ruedas”).
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