La
saga de los X-men necesitaba de un revulsivo después de la tercera
entrega del año 2006, ya que los mutantes eran personajes atractivos
y, gracias al éxito de la primera entrega en el 2000, vinieron otros
muchos superhéroes como Spiderman o, en menor medida, Thor, por
ejemplo. Tras ver hace días la primera entrega de la nueva
franquicia, una estupenda cinta que combinaba espectacularidad y
tratamiento de los personajes, por fin se estrena la segunda parte,
dirigida por Brian Singer, responsable de las dos primeras que se
hicieron hace años. En esta ocasión, se sigue en la misma línea de
hacer una excelente película de acción, pero va más allá de
"X-men primera generación". En una misma película,
tenemos los personajes más jóvenes: McAvoy, Fassbender, J. Lawrence
tras su éxito en "Los juegos del hambre" y de ganar un
Oscar, Nicholas Hoult (estos dos son pareja en la vida real), los
actores de las primeras entregas: el siempre Lobezno Hugh Jackman,
Halle Berry (que necesita un éxito tras films discretos), Ian
McKellen, Patrick Stewart, y nuevos intérpretes como Ellen Page y
Peter Dinklage y Evan Peters haciendo muy bien su cometido. Así
pues, este estreno combina muy bien espectáculo, excelentes escenas
de acciones, con emociones de los personajes y humor, por lo que sus
dos horas no se hacen pesadas y el resultado es muy entretenido.
Puede que sea el mejor blockbuster del verano que llega, por encima
de propuestas como la nueva de Godzilla.
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