Uno de los títulos británicos más importantes
de la temporada es esta comedia, comercial y con un punto
independiente a la vez, mejor debut en los premios BAFTA y ganadora
como mejor película en los Independent British Award. Su director,
Matthew Warchus no es la primera vez que se pone detrás de las
cámaras, ya que en el lejano 1999 realizó sin éxito "Círculo
de engaños" a pesar de contar con actores como Nick Nolte, Jeff
Bridges, Sharon Stone, Catherine Keener y Albert Finney. "Pride"
rescata unos hechos que sucedieron realmente: en 1984 bajo el
gobierno de Thatcher, el sindicato de mineros convoca una huelga y no
acepta el dinero que recauda una asociación de gays y lesbianas en
su ayuda. Entonces este grupo viaja a un pueblo de Gales para hablar
con los mineros. La película habla de la unión entre dos
comunidades diferentes, del hecho de que un homosexual se sienta
orgulloso de serlo, de la enfermedad del SIDA, asuntos que en su año eran novedosos y que,
desgraciadamente, todavía hoy en algunos casos, es necesario tratar,
como hace el film. La película empieza bien, con ritmo, con la lucha
de los gays, lesbianas y mineros como objetivo pero según va
avanzando el metraje, el hecho de diversificar las tramas de los
personajes principales hace que se haga un pelín largo; no obstante,
el desenlace logra elevar el film. "Pride" no es sutil en
querer gustar al público pero lo consigue, tanto a los más jóvenes
como a los que no lo son, aunque la unión entre homosexuales y
mineros en algún momento no sea totalmente creíble. El film,
divertido, entrañable y entretenido, consigue sacar sonrisas al
espectador, como los momentos de baile que se marcan los mayores.
Cuenta con un excelente reparto de actores. Entre los más jóvenes,
cabe destacar a los desconocidos Ben Schnetzer como el líder del
grupo homosexual y George MacKay como el jovencito tímido que
evoluciona durante la historia. Pero por encima de ellos están los
más veteranos Imelda Staunton y Andrew Scott, mejores actores de
reparto por los citados Independent British, además de Bill Nighy o
Dominic West. También, está bien ambientada en los ochenta y sus
canciones de esos años son excelentes. En definitiva, "Pride"
no es redonda, pero sus buenos elementos hacen que deje un buen
recuerdo al espectador.
Valoración:
7
Lo mejor: las sonrisas que saca al espectador y el
reparto joven y mayor de intérpretes. Lo peor: se hace
un pelín larga.
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