Una excelente muestra más
del cine israelí nos llega con este drama con puntos de comedia
negra que habla de la muerte, algo que puede ser contradictorio pero
que aquí funciona. Dirigida por T. Granit y S. Maymon, esta es la
historia de un grupo de amigos en una residencia de ancianos en
Jerusalén que construyen una máquina para ayudar a un compañero
terminal, pero más tarde otros residentes les pedirán ayuda. El
tema de la eutanasia, prohibida en Israel, es tratado con delicadeza
y sensibilidad y el film consigue ser entrañable y emotivo. Premio
del público en el festival de Venecia y triunfadora en la pasada
Seminci de Valladolid con la distinción a la mejor película y a sus
actrices Aliza Rosen y Levana Finkelstein, esta es una de las
propuestas de cine de autor más interesantes de estos días.
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