En
su octava película (tal y como él mismo anuncia en los títulos de
crédito iniciales en amarillo), Quentin Tarantino se adentra en el
género del western, como hizo en la anterior "Django
desencadenado", un género tradicional que no me entusiansma
pero sí en propuestas diferentes como las de este director. El film
empieza con la notable música de Ennio Morricone y un paisaje nevado
en que vemos un cuerpo colgado en una cruz. Cerca pasa veloz una
diligencia en que están un cazarecompensas John Ruth y su prisionera
Daisy Domergue, que intentan llegar al pueblo Red Rock donde ella
será ahorcada. Por el camino, se encuentran con Marquis Warren
(Samuel L. Jackson), un antiguo soldado que ahora es un
cazarrecompensas y Chris Mannix (Walton Goggins), que dice ser el
nuevo sheriff del pueblo. A causa del mal tiempo, los cuatro se
refugian en la mercería de Minnie, una parada donde se encuentran
con el mexicano Bob (Demian Bichir), el encargado de la parada
mientras sus amos no están, Oswaldo Mobray (Tim Roth) un inglés
verdugo de Red Rock, el vaquero Joe Gage (Michael Madsen) y el
general Smithers (Bruce Dern).
La
película está dividida en cinco capítulos, siendo el tercero
dentro de la mercería de Minnie el más largo y que acaba de manera
potente. El director hace una ruptura del transcurso de la trama con
un flashback que es el cuarto episodio, que parte de un giro de
guión, antes del quinto y último. "Los odiosos ocho"
tiene un punto al clásico de intriga "Diez negritos" de A.
Christie. A partir del tercer capítulo, los ocho personajes están
encerrados en la posada a causa de la ventisca y parece ser que uno
de ellos está compinchado con la prisionera para liberarla. Además,
algunos de ellos no van a salir vivos y llegar a Red Rock con vida.
Tarantino vuelve a demostrar su talento para los diálogos y en esta
ocasión retrasa los golpes de violencia para generar intriga. Extrae
oro de los pocos recursos que utiliza, una posada, el paisaje helado
de Wyoming, gracias a una excelente puesta en escena y fotografía de
Robert Richardson. Esta es también la película con más contenido
político de su director. Ambientada pocos años después de la
Guerra de Secesión americana, hay referencias a la relación entre
las personas de piel blanca y negra, por lo que el personaje de
Samuel L. Jackson no es baladí. De hecho, ninguno de los ocho
personajes principales sobra, sino que tienen su importancia y en la
trama están ahí por alguna razón que no sabemos a priori. En este
sentido, cabe señalar el atractivo reparto de actores de entre los
que hay que destacar el trabajo de Jennifer Jason Leigh (que bien
merece el Oscar), Kurt Russell, Samuel L. Jackson y Walton Goggins,
que resulta ser la revelación de la película, un actor curtido en
papeles secundarios.
En
definitiva, a partir del cuarto episodio, se nota el largo metraje
pero esta es una gran obra que gustará a los fans del director, de
entre los que me incluyo. Tarantino ha hecho una excelente película
a la altura de las anteriores y sobresalientes "Malditos
bastardos" y "Django desencadenado", que bien hubiera
merecido más nominaciones importantes a los Oscar, al menos la de
mejor guión original. El realizador ha dicho que dejaría de hacer
películas después de la décima y que tras esta octava, quiere
hacer un tercer westermnn y una de terror. Ojalá haga más de dos
films.
Valoración:
9
Lo
mejor: la puesta en escena, lo bien narrada que está y los actores,
sobre todo Jennifer Jason Leigh, Samuel L. Jackson y Walton Coggins.
Lo
peor: a medida que se acerca el desenlace se nota un pelín el largo
metraje.
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