Reunión familiar en el interior de un piso
En los últimos años el cine rumano ha sido reconocido en festivales importantes con films como "4 meses, 3 semanas, 2 días" de Cristian Mungiu que ganó la Palma de oro en Cannes y "Madre e hijo" de Calin Peter Netzer, que ganó el Oso de oro en el festival de Berlín, un film que me gustó mucho cuando lo vi en el cine. Precisamente la última película de este director "Ana, mon amour", se estrena en España a finales de agosto. Un poco antes ha llegado a la cartelera el último film de Cristi Puiu, cuyo film "La muerte del señor Lazarescu" obtuvo el premio a mejor película en Cannes en Un certain regard y abrió el camino del nuevo cine rumano.
En "Sieranevada", título misterioso que no teine que ver con la sierra granadina, tres días después del atentado contra Charlie Hebdo y cuarenta días después de la muerte de su padre, Lary, un hombre de cuarenta años y médico, va a pasar el sábado con su familia, reunida en memoria del difunto. El evento, sin embargo, no se desarrolla como estaba previsto. Obligado a afrontar sus miedos y su pasado y forzado a reconsiderar el lugar que ocupa dentro de la familia, Lary tendrá que decir su verdad. El filme comienza en una calle donde vemos a una pareja que luego entra en un coche y se dirige a un domicilio donde tiene lugar casi por completo la acción. Este es un mastondóntico drama familiar que describe la cotidianidad de los miembros de una familia que se dispone a celebrar un almuerzo con motivo de la muerte del patriarca. Sin presentaciones, vemos las relaciones entre ellos, la llegada del sacerdote y un secreto revelado que pone patas arriba durante un rato la situación en el piso. La película trata asuntos muy tratados pero el director logra que parezcan nuevos al espectador, que es un testigo más de lo que sucede en el lugar y vive una experiencia como si estuviera presente, y ve que cada personaje puede tener su propia película. La cámara al hombro y en movimiento también puede entenderse como si fuese el fallecido quien observa a su familia. A pesar de algún corte brusco de plano, es admirable la capacidad de movimiento de la cámara en un espacio reducido donde los personajes interactúan y se abren y cierran puertas. Sin embargo, el clímax del film tiene lugar en un momento en que la acción vuelve a la calle en que el protagonista, Lary, le revela un secreto a su mujer.
Aunque el metraje es largo, el espectador ve cómo se desarrolla la velada en el interior del piso en que, como si de un "ángel exterminador" se tratara como en el film de Buñuel, los personajes no pueden sentarse a la mesa a comer porque ha ocurrido algo. En realidad, esto es una metáfora de una sociedad, la rumana, que intenta pasar página tras la dictadura de Ceaucescu pero que se siente perdida y sola; uno de los personajes habla de temas como el 11-S. He leído críticas muy duras a esta película, alguna de alguien supuestamente reputado como el señor Boyero, que la encuentran insoportable y dicen que no ocurre nada. Cada uno está en su derecho y libertad de que le guste una película, libro o obra de arte en general pero con buenos argumentos y, "Sieranevada" es una excelente muestra de buen cine, aquel que transmite una realidad concreta, en este caso la rumana, pero la situación familiar hace que nos podamos identificar con lo sucedido, ya que todos hemos estado en comidas navideñas por ejemplo en que afloran estados emocionales que estaban dormidos. El filme tendría que haber sido premiado en el festival de Cannes del año pasado, pero es sabido que el jurado presidido por George Miller hizo un fallo un poco discutible y no premió títulos como "Paterson", "Doña Clara", "La doncella", "Julieta" o esta "Sieranevada". Lo mejor que se puede decir de esta película de Puiu es que consigue que el espectador sea testigo como un personaje más de la situación de unos miembros de una familia en el interior de una vivienda.
En "Sieranevada", título misterioso que no teine que ver con la sierra granadina, tres días después del atentado contra Charlie Hebdo y cuarenta días después de la muerte de su padre, Lary, un hombre de cuarenta años y médico, va a pasar el sábado con su familia, reunida en memoria del difunto. El evento, sin embargo, no se desarrolla como estaba previsto. Obligado a afrontar sus miedos y su pasado y forzado a reconsiderar el lugar que ocupa dentro de la familia, Lary tendrá que decir su verdad. El filme comienza en una calle donde vemos a una pareja que luego entra en un coche y se dirige a un domicilio donde tiene lugar casi por completo la acción. Este es un mastondóntico drama familiar que describe la cotidianidad de los miembros de una familia que se dispone a celebrar un almuerzo con motivo de la muerte del patriarca. Sin presentaciones, vemos las relaciones entre ellos, la llegada del sacerdote y un secreto revelado que pone patas arriba durante un rato la situación en el piso. La película trata asuntos muy tratados pero el director logra que parezcan nuevos al espectador, que es un testigo más de lo que sucede en el lugar y vive una experiencia como si estuviera presente, y ve que cada personaje puede tener su propia película. La cámara al hombro y en movimiento también puede entenderse como si fuese el fallecido quien observa a su familia. A pesar de algún corte brusco de plano, es admirable la capacidad de movimiento de la cámara en un espacio reducido donde los personajes interactúan y se abren y cierran puertas. Sin embargo, el clímax del film tiene lugar en un momento en que la acción vuelve a la calle en que el protagonista, Lary, le revela un secreto a su mujer.
Aunque el metraje es largo, el espectador ve cómo se desarrolla la velada en el interior del piso en que, como si de un "ángel exterminador" se tratara como en el film de Buñuel, los personajes no pueden sentarse a la mesa a comer porque ha ocurrido algo. En realidad, esto es una metáfora de una sociedad, la rumana, que intenta pasar página tras la dictadura de Ceaucescu pero que se siente perdida y sola; uno de los personajes habla de temas como el 11-S. He leído críticas muy duras a esta película, alguna de alguien supuestamente reputado como el señor Boyero, que la encuentran insoportable y dicen que no ocurre nada. Cada uno está en su derecho y libertad de que le guste una película, libro o obra de arte en general pero con buenos argumentos y, "Sieranevada" es una excelente muestra de buen cine, aquel que transmite una realidad concreta, en este caso la rumana, pero la situación familiar hace que nos podamos identificar con lo sucedido, ya que todos hemos estado en comidas navideñas por ejemplo en que afloran estados emocionales que estaban dormidos. El filme tendría que haber sido premiado en el festival de Cannes del año pasado, pero es sabido que el jurado presidido por George Miller hizo un fallo un poco discutible y no premió títulos como "Paterson", "Doña Clara", "La doncella", "Julieta" o esta "Sieranevada". Lo mejor que se puede decir de esta película de Puiu es que consigue que el espectador sea testigo como un personaje más de la situación de unos miembros de una familia en el interior de una vivienda.
Valoración: 8
Lo mejor: la sensación de verdad que transmite y la interacción entre los personajes.
Lo peor: no es apta para espectadores impacientes.
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