Otro de los estrenos comerciales que podemos encontrar en la cartelera este verano es la esperada adaptación cinematográfica de la saga de novelas de Stephen King, autor cuyas obras han sido bastante adaptadas al cine. En un mundo extrañamente parecido al nuestro un cowboy de nombre Roland Deschain de Gilead persigue a su eterno enemigo, "el hombre de negro". Roland, solitario, quizá maldito, anda sin descanso a través de un paisaje triste y abandonado. Conoce a Jake, un chico de Nueva York pero venido de otro tiempo, y ambos unen sus destinos. Ante ellos están las montañas, y, mucho más allá, la Torre Oscura. Dirigida por Nikolaj Arcel, responsable de notables películas danesas como "El juego del rey", "The truth about man" y la finalista al Oscar "Un asunto real", el director debuta en el cine estadounidense con una adaptación que no era fácil llevarla a la pantalla grande. Esta aparatosa producción mezcla de manera irregular elementos como aventura fantástica, western y humor negro, y funciona mejor en aspectos de estilo cercanos a King que en la peripecia de fantasía pero si se ve como una propuesta de serie B sin muchas exigencias puede ser satisfactoria, resulta entretenida aunque algo sosa y cuenta con un atractivo reparto de actores. Después del baile de nombres en que sonó el español Javier Bardem, tenemos a Idris Elba como Roland, Matthew McConaughey como el Hombre de negro en un registro cercano a la oscuridad de la serie "True detective", Tom Taylor (visto en la serie "Doctor Foster"), Abbey Lee ("The neon demon") y Jackie Earle Haley. Aunque no es una gran película y puede ser para algunos una de las decepciones de este verano, es ágil en hora y media de duración y puede agradar a los espectadores que no conozcan las novelas. En la taquilla española se ha estrenado bien en segunda posición pero no ha funcionado en la estadounidense, por lo que las siguientes entregas están en el aire.
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