Otro film europeo que se ha podido estrenar en salas aunque con retraso, en este caso es un largometraje sueco que data de 2015, es el segundo de Hanna Skold después de "Nasty old people". El que nos ocupa cuenta la historia de Eini, que ha sido criada en un total aislamiento de la sociedad por su padre, un hombre temeroso del mundo. Su mayor miedo es que Eini lo abandone. Hace todo lo posible para hacerle creer que el mundo exterior y la gente que lo habita son malvados, y que todo lo que tiene que ver con la sexualidad y la vida adulta es peligroso. La brutalidad a la que Eini se ve expuesta la empuja hasta casi perder el sentido de su propio yo. La película combina una notable animación en stop-motion con la acción real, que quizás no está a la altura aunque tiene una atmósfera perturbadora. La cinta habla de la violencia doméstica, un tema vigente desgraciadamente y la directora demuestra tener una voz fresca y contundente. El film se presentó en festivales como el de Toronto y San Sebastián y logró dos candidaturas a los premios Guldbagge de la academia de cine sueca a mejor dirección y actor protagonista Lennart Jahkel.
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