jueves, 21 de junio de 2018

Marguerite Duras. París 1944 * * *


Afortunadamente, no todo el cine francés que se estrena en España son comedias más o menos amables e inofensivas. Como hay público de gustos diferentes, es una buena noticia el estreno de este film dirigido por Emmanuel Finkiel, que anteriormente realizó "Je ne suis pas un salaud". Al encontrar dos viejos cuadernos en una caja olvidada, Marguerite Duras recuerda su pasado y el insoportable dolor de la espera. En la Francia ocupada por los nazis de 1944, la joven y brillante escritora participa activamente en la Resistencia junto con su marido, Robert Antelme. Cuando Robert es deportado por la Gestapo, Marguerite se embarca en una lucha desesperada para conseguir que regrese. Entabla una inquietante relación con el colaboracionista Rabier y corre grandes riesgos para salvar a Robert, en un juego del ratón y el gato con impredecibles encuentros por todo París. ¿Rabier quiere realmente ayudarla o está tratando de obtener información sobre los grupos clandestinos anti nazis? Finalmente la guerra termina y las víctimas regresan de los campos, un periodo insoportable para ella, una larga y silenciosa agonía tras el caos de la liberación de París. Pero ella continúa esperando, encadenada al tormento de la ausencia, incluso más allá de la esperanza.
El director ha adaptado fielmente la novela "La douleur" de Marguerite Duras (título en francés del film). Este es un drama de época menos academicista de lo que puede aparentar, evoca al estado mental de la protagonista en su espera y desesperación por su amante ausente y se confunde lo vivido con lo imaginado, con una voz en off. Quizás las más de dos horas de metraje pueden ser achacadas por una realización monótona y gris pero pocas veces el cine ha tratado de esta manera peculiar un episodio personal en tiempos de guerra. La película se beneficia de la notable labor interpretativa de Melanie Thierry, actriz a la que vimos en "Un día perfecto" de Aranoa y que demuestra su buen hacer en proyectos serios. La intérprete realiza tal vez su papel más complejo hasta ahora por el que sonó como posible ganadora de la Concha de plata en el festival donostiarra del año pasado, y bien podría haber sido candidata al premio César. Está acompañada por Benoit Magimel como el colaboracionista Rabier y Emmanuel Bordieu como Robert Antelme. Esta propuesta puede gustar a los seguidores del cine de autor y puede contribuir a leer la obra de Duras.


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