Atentado
en un hotel de Bombay
El
cine no ha dejado escapar la oportunidad de recrear hechos verídicos
graves o atentados como recientemente los atentados de Noruega en
“Utoya. 22 de julio”. En Mumbai en el año 2008,
los huéspedes del lujoso hotel Taj Mahal Palace viven momentos de
terror. Un grupo de terroristas paquistaníes invade el lugar y
mantiene a las personas como rehenes durante 68 horas. Desesperados,
un grupo de funcionarios y huéspedes toman coraje para intentar
revertir la situación. Para
su debut en el largometraje Anthony Maras se ha atrevido a recrear el
mayor atentado que sufrió Bombay en esta coproducción australiana,
un thriller dramático que ofrece tensión y se centra en algunos
personajes que sufrieron el atentado: sobre todo una pareja con un
bebé y su niñera y un camarero del hotel. La película logra un
gran trabajo en las localizaciones, con ese gran hotel cerca de
calles pobres en la ciudad, y se agradece mostrar el enfoque de los
terroristas y de los empleados del hotel que arriesgaron sus vidas
para salvar a los huéspedes como héroes anónimos. El film no es
arriesgado como el de Erik Poppe que se estrenó hace poco pero
resulta entretenido, tiene buen ritmo y no abusa de efectismos.
Cuenta con un buen reparto de intérpretes formado por Dev Patel (que
hace un buen trabajo en el mejor papel del film), Armie Hammer, Jason
Isaacs (“La cura del bienestar”) y Nazanin Boniadi (“El
bailarín del desierto”). La cinta se preestrenó en el festival de
Toronto del año pasado y puede gustar a los interesados en los
hechos que trata.
Valoración:
7
Lo
mejor: mantiene la tensión durante el metraje.
Lo
peor: no reflexiona sobre las causas de los hechos.
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