Un
largometraje que se ha estrenado esta semana está dirigido por
Miguel Ferrari, después de la estimable “Azul y no tan rosa” que
ganó el premio Goya a mejor película iberoamericana. Al
tercer mes de embarazo, Federica descubre que el bebé que está
esperando no tiene su ADN. Acude a la clínica donde se realizó el
tratamiento de fecundación in vitro y allí reconocen haber cometido
un error, intercambiando su embrión con el de otra pareja. La
clínica identifica a la mujer a quien le implantaron su embrión,
pero ésta ha tenido un aborto. Federica decide continuar con su
embarazo y quedarse con el bebé, pero los padres biológicos
emprenderán una batalla para recuperarlo. Esta coproducción
venezolana y española es un bello drama realizado de manera cuidada,
atractivo y poético en el aspecto visual, también colorista, y su
director tiene como referente a P. Almodóvar. El reparto de actores
hace un buen trabajo y cuenta con la veterana actriz española María
Barranco (vista recientemente en el cortometraje “Jamás me echarás
de ti”. El film se presentó en varios festivales como el de cine
en español de Málaga.
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