Chris
Renaud (codirector de las dos primeras entregas de “Gru, mi villano
favorito” y la primera “Mascotas” y Jonathan del Val han
realizado esta secuela del título de 2016 en que Max se enfrenta a
nuevos e importantes cambios en su vida: su dueña Katie no sólo se
ha casado, sino que también ha sido madre por primera vez. En un
viaje familiar al campo conoce a un perro granjero llamado Rooster,
con el que aprende a dominar sus miedos. Mientras tanto, Gidget trata
de recuperar el juguete favorito de Max de un apartamento repleto de
gatos. Snowball, por otro lado, se embarca en una peligrosa misión
para liberar a un tigre blanco, Hu, de sus captures en un circo de
animales. Esta es una simple, agradable y entretenida cinta de
animación estadounidense elaborada a tenor del éxito de la
precedente, ambientada en la ciudad de Nueva Tork y en una granja en
el campo. Esta segunda entrega puede gustar a los que les interesó
la anterior pero quizás es un poco inferior, está dirigida sobre
todo al público infantil y seguramente no es de las más destacada
de la productora Illumination Entertaintment (“Gru, mi villano
favorito”).
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