En la plataforma de Netflix se estrenaron varios títulos a inicios de mayo como el drama italiano “Te llevo en el alma” y el documental “Secretos de los Neandertales”. El que nos ocupa es el proyecto creado y escrito por David E. Kelley (“”Love & death”) y dirigido por la actriz y directora Regina King (“Una noche en Miami”). Charlie Croker es dueño de un negocio inmobiliario, ha cumplido los sesenta y tiene una segunda esposa de sólo veintiocho años. Pero la vida de este triunfador se empieza a resquebrajar cuando descubre que no puede devolver el cuantioso crédito que pidió al banco para expandir su imperio de ladrillo. Croker inicia un descenso a los infiernos en el que se cruzará con un joven idealista que soporta con estoicismo los embistes de la vida y un abogado negro que ha ascendido socialmente. Esta adaptación de la novela de Tom Wolfe escruta las grietas de una de las grandes urbes del Sur: Atlanta. Y lo que emerge es un aquelarre de conflictos raciales, corrupción de los poderes político y económico, ostentación y sexo. Esta miniserie estadounidense compuesta de seis episodios de cuarenta y cinco minutos cada uno es un drama con toques de suspense sobre envidias y ansias de poder que ofrece una especie de sátira de Trump, resulta ágil y entretenida aunque el guion es más bien torpe y la realización un poco plana. La producción está interpretada por un buen reparto formado por Jeff Daniels, Sarah Jones, Tom Pelphrey (serie “Outer: range”), Diane Lane y Lucy Liu, entre otros.
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