Hace unas semanas se
estrenó en España la última película del director tailandés
Apichatpong Weerasethakul después de que el año pasado estuviera en
la sección Un certain regard del festival de Cannes y en la sección
oficial del festival de Sitges. Su paso por la cartelera ha sido más
bien breve pero hay que destacar la valía de esta película. El
director lleva dirigiendo desde el inicio de la década de 2000, fue
internacionalmente reconocido con la enigmática "Tropical
malady" y ganó la Palma de Oro en el festival de Cannes con
"Tío Boome recuerda sus vidas pasadas". El cine de
Weerasethakul traslada al espectador en un mundo aparte de manera
contemplativa, bella y misteriosa y esta vez no es una excepción.
Hay realismo mágico, a veces cuesta distinguir la fantasía de la
realidad y parece que veamos un sueño, por lo que lo onírico puede
entrar en el espectador, que se deja llevar por este mundo, pero
también puede ser distante para otro tipo de espectador no
acostumbrado a saber mirar. La película cuenta la historia de una
ama de casa solitaria que cuida de un soldado enfermo que padece la
enfermedad del sueño y se ambienta en un hospital donde los
pacientes de esta extraña enfermedad tienen alucinaciones que les
llevan a sueños raros y fantasmas. La película tiene un ritmo
pausado y bellas imágenes, es intrigante pero es de las más
accesibles de su director. Habla de la empatía hacia otra persona
como refugio de la complejidad de la memoria y llega a tener un
alcance universal por la sensación onírica que transmite al
espectador. Aunque quizás no sea la obra mejor conseguida de su
autor, "Cemetery of splendour" reafirma a su director como
uno de los directores tailandeses más interesantes y de más
proyección internacional. Gustará
sobre todo a los que no les importe ver filmes contemplativos y de
ritmo tranquilo, a los seguidores del director y a los más cinéfilos
del mejor cine de autor de la cosecha de 2015.
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